A la hora de proponernos mejorar nuestra calidad de vida, no sólo debemos cambiar ciertos hábitos poco favorecedores, sino que también establecer metas, plantearnos que es lo que queremos y hacia donde vamos. De esa forma el cambio irá acompañado una nueva actitud y visión a futuro. Lo que nos permitirá encontrar un balance holístico de nosotros mísmos. Para incentivarnos un poco más en buscar esa trasformación favorecedora, les traemos la siguiente investión.

Un equipo de investigadores de la universidad de Carleton (Canadá) y Rochester Medical Center (Nueva York) han resuelto que tener un propósito en la vida está asociado a un menor riesgo de mortalidad.

Para su investigación contaron con los datos de más de 6.000 participantes del estudio Midus de EEUU a quienes realizaron un seguimiento durante 14 años. El foco del estudio era la percepción subjetiva de tener un propósito en la vida o no tenerlo y otros factores psicológicos que aportan información sobre las emociones y las relaciones positivas o negativas con los demás. A lo largo de esos 14 años, 569 participantes murieron, descubriendo que aquellos que habían fallecido tenían menos relaciones positivas con los demás y un bajo concepto de la importancia de “darle un sentido a la vida” mediante un objetivo, que las personas que sobrevivieron.

Los resultados, publicados en la revista Psychological Science, apuntan a que “el hecho de que la búsqueda de una dirección en la vida, y el establecimiento de objetivos generales de lo que se quiere lograr en realidad puede ayudar a vivir más tiempo, independientemente del momento en que encuentre su propósito”, afirma Patrick Hill, coautor del estudio.

Los investigadores creen que tener un objetivo en la vida puede animar a las personas a seguir un estilo de vida más saludable y a ser más positivos, elementos que podrían aumentar la longevidad.

Fuente: Muy Interesante